La noche llega de oscuro llanto.
Solo respirando igual percebe.
Algo a si mismo el hombre debe.
Apartada alma de desencanto.
Solitario se duele entretanto.
Triste calma de su consuelo pruebe
La mirada al techo no eleve.
Arisca tortuga , amargo canto.
Hasta amanecer en bien escaso.
Estamos en mi soneto primero.
Y por ende, este un primer caso.
Bordados tristes de poco dinero
Afinando bien el quebrado paso.
Encuentra caminar un buen sendero.
jueves, 11 de febrero de 2010
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