lunes, 22 de agosto de 2016
El beso.
A veces nuestra sangre
se busca el corazón en festivales de fantasmas,
a veces nos encontramos del otro lado del espejo,
dentro de un abrazo,
muertos de frío...
Dame un beso que me entierre en un manto de tus montes cálidos,
en tus oscuridades límpias...
Regresame de las palabras como de su boca,
dulzura ebria de la noche cristalina,
de esa naricilla morenita y graciosa
en sus rasgos mimosos de luna.
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