Al ocaso de cada caso,
cae la noche profunda.
Sueño lento y azul.
Donde el espiritu se abandonó.
Ebrio en el bosque negro.
De raices que abrazan la tierra.
Agitando al viento las ramas;
transpiran murmullos entre las hojas.
O jugando entre las flores;
ecos de oníricos rosales.
Vibrante de lejanos atardeceres.
Renovando la consciencia adolescente.
Vuelve un soñador, un pintor, un loco;
que de amor quedo sin aliento.
Danzando por el bosque nocturno.
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