sábado, 7 de mayo de 2011

Fronteras a la libertad VII.

Con la mirada ardiente,

son cadenas de acero;

sobre la dolorida frente.

Marcado día cero.


Esta lucha de la entraña,

que saluda a la mañana.

Este dolor que empaña.

nuestra angustia temprana.


Ferocidad en jaulas doradas.

Paredes grises de desencuentro.

Con las tareas acabadas.

Conciencia buscando el centro.


En la aridez de los sentidos.

Una apuesta blanca y fresca.

Los retazos desprendidos.

Herida que aviva una muesca.


Sollozos de plata y miel.

La guarida de los sueños.

Por ti me jugaría la piel.

Corazón de buenos empeños.

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