Espíritus y cipreses dialogan en la tormenta.
Saben de nuestra muerte por el blanco de los ojos.
El alma de los pantanos es una lucha.
Los juncos capturan silencio en sus agujas;
Cuajados de caballitos del diablo.
Yo conozco el mundo por sus destellos.
Descifro mensajes en las plumas grises de las palomas.
Impregno multitudes con mis huellas dactilares.
Ramificaciones de nervios de necesidad sin fondo.
Abstinencias que me derraman sin oscurantismo.
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