Al ocaso de cada caso,
cae la noche profunda.
El sosiego todo inunda.
Descansa el alma de caracol.
Que ya no arrastra su casa al sol.
Cae la tinta negra al cartón gris.
Buscando una noche prolongada y extraña.
Noche que brote de la entraña.
Quizá poco entrañable,
pero si bastante amable.
Negro momento anterior al primer día,
con quien converso todavía.
Dulce ensueño del recuerdo afable.
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