Poco a poco,
lo vamos dejando,
desparasitando;
y abren las
adolescencias las puertas del tintero…
los árboles nos
abrigan en un conversar de plazas.
Los
parques escriben a su estrella
y se alegran los cielos violetas;
las nebulosas de las catedrales verdes
tras un minuto en el
párpado.
Tras otro aplauso de palmeras
en un rincón del
trópico utópico;
intervalos de mares
café,
estudios de olas…
reconstruir de
ciclos,
tan divertidos todos;
con otro relevo de
duendes
que habitan tras la herida de una cortina.
…Tras un cantar del
jaque del gallo…
Has calculado más
bahías en un latido;
la sintonía
exacta de un titilar de astros…
cuando os dicen arquitectos de los sueños…